Publicado el 12 de noviembre de 2017
imprint3d está financiado por publicidad y gana dinero con los clics, comisiones por ventas y otras formas.
¿Sabías que el bolígrafo 3D se inventó porque su hermano mayor, la impresora 3D más voluminosa, no realizó su trabajo correctamente?
La versión más popular de la historia dice así:
Maxwell Bogue y Peter Dilworth cargaron un trabajo en una impresora 3D y esperaron pacientemente a que terminara. Las impresoras 3D no funcionan como una impresora común y corriente, por lo que no son tan rápidas. Tardaron 14 largas horas en completar el trabajo, y al final el dúo se dio cuenta de que a la impresora le faltaba una sola línea. Sí, una sola maldita línea. Esa única línea debe haber sido muy importante para su diseño, porque su frustración por su falta de apariencia allanó el camino para la invención del bolígrafo 3D.
El dúo no tardó mucho en convertir su idea en realidad. En 2012, construyeron el primer prototipo funcional de un bolígrafo 3D en Artisans’ Asylum en Somerville, Massachusetts. El primer diseño funcionaba básicamente como una pequeña pistola de pegamento y carecía de las funciones avanzadas que son comunes en los bolígrafos 3D actuales. Pero al ver que funcionaba exactamente como lo habían imaginado, su siguiente paso fue poner el bolígrafo 3D en producción en masa.
Financiación del primer bolígrafo 3D
La evolución de los bolígrafos 3D. Los dos primeros son prototipos, mientras que el último es el primer bolígrafo 3D de producción.
Al no contar con la capacidad financiera para financiar su proyecto, se asociaron con Daniel Cowen de WobbleWorks, Inc. para una campaña de financiación colectiva. El 19 de febrero de 2013, WobbleWorks lanzó una campaña de Kickstarter con el objetivo de recaudar 30.000 euros para financiar el desarrollo del primer lote de bolígrafos 3D. La reacción a su campaña fue abrumadora, y la cantidad objetivo se alcanzó en cuestión de horas. En total, la campaña recaudó más de 2 millones de euros y generó un gran revuelo en torno al producto, lo que desató un frenesí por los bolígrafos 3D.
Tras invertir su enorme capital, los primeros bolígrafos 3D, llamados 3Doodlers, se enviaron a un selecto grupo de seguidores en 2013. Tras su éxito, se presentó una nueva versión en 2015. Entre las características avanzadas incorporadas al nuevo diseño se encontraban mejoras como la posibilidad de cambiar el tamaño de la punta y un cuerpo más pequeño. Al igual que con la primera versión, los artistas y entusiastas recibieron el nuevo producto con gran entusiasmo.
Un mercado en crecimiento para los bolígrafos 3D
La demanda del 3Doodler siguió aumentando en los años siguientes. También abrió la puerta a la entrada de otras empresas en el mercado de los bolígrafos 3D. Hoy en día, empresas como 7Tech, CCBetter, LIX, Samto y otras también fabrican bolígrafos 3D. Crean bolígrafos 3D de diferentes tamaños y características. La competencia mejoró considerablemente los bolígrafos 3D. Por eso ahora es habitual ver pantallas LCD con indicadores de temperatura, control de velocidad de extrusión, botones de cambio rápido de filamento y otras funciones avanzadas.
Los bolígrafos 3D son cada día más populares y es probable que esta tendencia continúe en los próximos años, ya que los artistas les encontrarán cada vez más usos. Teniendo en cuenta las enormes ventas que los fabricantes de bolígrafos 3D obtienen cada año, es difícil imaginar que este dispositivo se inventó hace apenas unos años.
Todo porque una impresora omitió una sola línea.
Imagen de Wired
Advertencia: las impresoras 3D nunca deben dejarse sin supervisión, ya que pueden suponer un riesgo de incendio.